Fernando Rión Santisteban pertenece a las primeras generaciones de diseñadores de la Universidad Iberoamericana, donde estudió la licenciatura de 1972 a 1976. Lugar donde conoció a sus futuros amigos, sus socios y porque no decirlo, hasta a sus competidores. Posteriormente llevó a cabo estudios de especialización en diseño gráfico y de empaque en Art Center College of Design, en Pasadena, California. Inició su desarrollo profesional con el pie derecho al recibir la distinción del primer lugar en el Concurso Nacional para crear el logotipo de la Asociación Nacional de Concesionarios Volkswagen, posteriormente sumó muchos más, entre otros el logotipo para la celebración del Cincuentenario del Palacio de Bellas Artes. 

Fundador de diversas empresas dedicadas al diseño y para el diseño, entre ellas destacan Rión & Ezquerro y Asociados, en 1977, y ReDiseño, Bye-Bye de México, y Ferrioni, las tres en 1984. Rión se distinguió por crear un estilo de diseño gráfico moderno, distintivo y único; con un estricto orden en las proporciones, en el manejo de los colores y las tipografías. Basta con ver uno de sus diseños para reconocerlo de inmediato. Para él la armonía perfecta se encuentra en el módulo N, siempre buscaba que todo tuviera proporción y le gustaba decir que ‘si algo no está en proporción (ejemplo: equis por dos equis), no vale la pena. Su otra fascinación era la letra Helvética, la cual podía trazar a la perfección con un lápiz. Muchos de sus diseños están inspirados en las líneas de esta tipografía. Nadie como Rión para darle vida a la frase «diseño vende» que define tan bien sus pasiones: lo visual, lo bien hecho y la empresa. Con ella animaba siempre a su equipo a buscar las soluciones gráficas más acertadas y con ella también convencía a sus clientes. Rión sabía que lo que él llevaba en su portafolios se iba a vender, y tenía razón. Vivió de prisa, creó ideas que transformó en logos, que se convirtieron en marcas y finalmente en empresas. Nunca estuvo conforme, le faltó tiempo para llenarnos el clóset de playeras multicolores.

En 2003 fallece y al año siguiente es reconocido con el Premio Quórum al Mérito Profesional, su madre, Julia Santisteban, recibió el Premio al Mérito Profesional que reconoce a su hijo como uno de los grandes diseñadores mexicanos de todos los tiempos.